SUZANNE CIANIrekin irakurri nahi baduzu ...
Kaixo, el 6 de enero mientras casi todo el mundo abría paquetes, nos dimos un regalo y nos fuimos a dar una vuelta por el embalse de Urdalur.
y, siguiendo la manía de localizar seles, nos dirijimos a uno que sabía que estaba por esos contornos : el saroi de Atxuko Aldai.
Lo encontramos al llegar a un sitio muy bonito donde hay un par de bordas.
El tiempo nos acompañó porque aunque por las cimas había un ventarrón sur por esta zona estábamos resguardados y estuvimos muy agusto.
Una mañanera muy maja por unos hayedos muy bonitos.
Van las fotos
Empezamos en el embalse de Urdalur, al fondo se ve el Txurruko Punta
Lugar tranquilo, no había nadie
Las errekas estaban preciosas
Por la zon de Aranarri
La borda de Aranarri
Los troncos de las hayas se retuercen con el tiempo
Entre los arboles se distingue el collado de Iramendi, esta zona es un saroi con su artamugarri correspondiente.
En verano con las hojas no se distingue.
Ya cerca de nuestro objetivo, maravilla de bosque
Y llegamos a las bordas del saroi de Atxuko Aldai
Y su artamugarri
Aratz
Este saroi tiene dos bordas
Txurruko Punta, Txindoki, resto de Aralar y el embalse de Urdalur
La borda, detrás están Umandia, Allaitz, Aratz ...
Aratz y Aizkorri
La borda, buen tamaño tiene
Este es el saroi con sus dos bordas
Gazume y Ernio. Txurruko Punta y Txindoki
Urdalur
El saroi de Iramendi
Y vuelta por el hayedo por otros caminos y pistas, muy agradable
Es una zona estupenda
Montón de huevillos de rana
Volvemos a cruzarnos con la borda de Aranarri
Unos reflejillos
Habían hecho entresaca
Un Carbonero común o Parus Major. Gracias Titok.
Que bonito es. Estaba con la pareja, la primavera ...
Me han contado una historia sobre este pajarito :
En marco en la pared del refugio del Pagasarri esta escrita una
historia sobre él.
"La leyenda del Carbonero común o Tarín
Esta
leyenda, también desaparecida y escasamente conocida por todos aquellos
que suben al Pagasarri y bajan hacia Artiba. En esas zonas existe un
manantial que se denomina "Manantial del Tarín". Esta leyenda me fue
relatada hace más de treinta años.
Había por aquellas zonas, un
camino que se dirigía hacia Alonsotegi. Todos los días solía subir por
allí una muchacha, a ver el ganado que sus padres dejaban por allí.
Todos
los días se tropezaba con un joven muy parco en palabras. Pero con el
tiempo se hicieron amigos, transformándose esa amistad en amor.
Una
mañana, subía el joven con cara de preocupación: ella al verle, le
preguntó que cuál era el motivo de su preocupación y llegando al
manantial, él le respondió que no podría estar mucho tiempo con ella,
pues se iba a tierras lejanas. Al oír esto la joven, se entristeció y
lloró; el muchacho, no sabía qué decirle para consolarla.
De
pronto, el joven observó un tarín que estaba en frente de él y le dijo
entonces a la joven: "Mira qué tarín más precioso y cómo brillan los
colores y qué manso es". La muchacha alzó los ojos y miró al tarín.
Mientras le miraba el joven le dijo: "Mira Ana, yo te prometo ante este
manantial y pongo por testigo a este tarín, que en cuanto termine lo que
tenga que hacer en aquellas tierras lejanas, vendré y me casaré
contigo". Dicho esto la besó y se fue, pues al día siguiente partía en
un galeón hacia aquellas tierras lejanas que le esperban.
La
joven iba todos los días al manantial y todos los días, salía el tarín.
Pasaron así dos años, hasta que un día del mes de noviembre, recordaba
las promesas que su prometido le había hecho, ya que no tenía noticias
de él.
Al ir a beber agua al manantial, vio la cara de su
prometido reflejada en éste. Pero al observar que tenía los ojos
cerrados, lanzó un grito de horror; la imagen se borró rápidamente,
recogió el ganado y volvió para su casa.
Volvió al día siguiente
al lugar de costumbre; allí estaba el tarín y cuando fue a acariciarle,
él se posó en su mano y oyó una voz que le decía: "Perdón, Ana, no he
podido volver para cumplir la promesa, pues al volver hacía España el
barco naufragó; reza por mi alma"
La joven, al oír esto, lanzó un
grito y metió al tarín entre sus pechos. Bajaba por el monte como alma
que lleva al diablo, mientras granizaba y nevaba; cayó en un risco y
quedó sin conocimiento.
Sus familiares, preocupados por su
tardanza, fueron a buscarla, encontrándola al cabo de cuatro días,
enterrada en la nieve y muerta. La llevaron a casa y al ir a
amortajarla, encontraron entre sus pechos el tarín con una gota de
sangre. Dicen que esta gota de sangre significa la unión de los dos
jóvenes en su amor.
Los lugareños de esas zonas respetaron
durante muchos años al tarín, ya que ese pájaro significaba "la unión
del amor prometido".
También dice la leyenda, "que aquellos que
se casen el mes de noviembre y se han prometido en la fuente del tarín
estando éste presente, esa pareja tendrá un matrimonio felíz".
Fin de la historia.
Y llegando al final. el viento sur daba unos colores muy especiales al cielo.
Y ésto es todo.
Agur.
Más información sobre seles en
http://saroiak.net/
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