No llovió, había niebla que le daba un toque especial a los bosques.
La vuelta es muy bonita, está lleno de restos de dolmenes y, sobre todo, es expectácular el menhir de Arribillibireta, puesto en pie hace poco.
Esto es por donde pasamos.
Salimos de Santutxu, en las cercanias de Elosu.
Con su correspondiente iturri.
Y su calvario.
Y su humilladero.
Aburrimiento ? Resignación ? tranquilidad ? cualquiera sabe las sensaciones del burro.
Ya vemos la loma de Agerreburu.
Al que hay que llegar después de subir un pequeño repecho entre alerces.
Su buzón.
Lo que queda del dolmen de Frantesbaso.
Seguimos un bonito sendero entre niebla y hayas. Da gusto andar por estos lugares.
Hasta que llegamos a Elosumendi, entre el bosque sin grandes vistas.
Entre Bergara y Azpeiti.
Vamos andando tranquilamente, sin prisas ...
Jugando un poco ...
Y llegamos a un txoko precioso, la borda de Intxausti.
A la izquierda Bergara, a la derecha Azkoiti.
Tiene grabada una pequeña cruz.
El enorme dolmen de Keyxeta Egiya Sur.
Y su gran tapa, en sus tiempos tuvo que ser elegante.
Alguna gotita de agua luchaba por no caerse.
La hora del desayuno.
Al rato y, de repente por culpa de la niebla, aparecieron los buzones de Irukurutzeta.
Bonita chapa.
El dolmen de Irukurutzeta y, entre la niebla al fondo, adivinamos el menhir de Arribiribilleta.
En el collado sabemos que estamos a 11 km de Bergara y a 4 km del collado de Azkarate.
El Agerreburu y, al fondo, el Itsumendi.
Se va un poco la niebla y vemos mejor el gran menhir.
Por aquí hacemos el hamaiketako que ya era hora, entre alerces y pinos se está agusto.
Seguimos adelante para llegar al impresionante menhir de Arribiribilleta.
La cima de Irukurutzeta ya vuelve a estar tapada por la niebla.
Cerca está el buzón de Gurutzebakarra. Hace años por aquí mismo anduve.
Y una gran muga de unión de Soraluze, Azkoiti y Bergara.
Una foto antes de que se caiga.
Junto a ella está el túmulo de Kurutzebakaar.
Seguimos andando y, sin querer, nos tropezamos con el dolmen de Aizpuruko Zabala, tiene la tapa caida grande también.
Seguimos por un bonito sendero entre errekas.
Y, entre momentos de silencio y otros hablando, volvemos al punto de partida en Santutxu.
Esto es todo, al final, al final paramos a comer en el Iziar, en el barrio de Aizpurutzu, comida sencilla pero rica,
unos garbanzos estupendos que después de la caminata entran estupendamente.
Una agradable mañanera.
Agur.
Este el el track de la salida.
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